Visitaremos un antiguo molino de agua. Este tipo de “industrias” tuvieron una vital relevancia en el desarrollo económico de la posguerra.
La base del cobro del canon que consistía en una porción de grano o de harina (la maquía), el molinero culminaba un proceso que se iniciaba con el trabajo de la tierra, la sementera, recolección y la malla. Y en esa transformación del grano (maíz, centeno y trigo) se empleaba únicamente la energía hidráulica que movía las pesadas piedras del molino.
Visitaremos en esta ruta el Muiño de O Corgo, situado en la parroquia de Vilapoupre.
Sistema recomendable: En bicicleta o a pie (la mayor parte del recorrido va a ser por carreteras o caminos asfaltados)
Punto de partida: Plaza del Ayuntamiento de Antas de Ulla
Distancia aproximada (ida y vuelta): 9 Km
Cobertura telefónica: buena con todos los operadores, salvo determinados tramos muy puntuales.
Partiremos de la Plaza del Ayuntamiento de Antas, con dirección Norte, por la calle del General Portomeñe (carretera de Alvidrón). Alejados de las últimas casas de la villa, con no más de 0,7 Km recorridos nos adentramos en el lugar conocido como “Campo de las Antas”; de vegetación frondosa y abundante, que nos acompañará en buena parte de nuestro recorrido.
Seguiremos por la misma vía, dejando a nuestra izquierda el desvío para Cervela en el Km 1,7 y 100 metros más adelante será el de Vilapoupre lo que dejaremos a nuestra derecha.
Descendemos la pronunciada pendiente hasta que, cuando ésta finaliza, tomamos el desvío a la derecha con dirección a Mancegar (Km 2,4). Por el estrecho camino asfaltado llegamos en poco más de 400 metros a las primeras casas de la aldea. Entre ellas tomaremos primero a la izquierda y luego a la derecha para adentrarnos en la aldea. En el Km 3, cerca de un pequeño arroyo, continuaremos a la derecha, alejándonos de Mancegar para llegar al lugar de Alvidrón de Outeiro (Km 3,5), que a pesar de asumir el nombre de Alvidrón, pertenece a la parroquia de Vilapoupre.
La espesura y frondosidad de la vegetación continuará acompañándonos hasta Portocarreiro (aldea en la que se encuentra el lugar de descanso conocido como “La Casa de la Terra”, que podremos ver a nuestra izquierda cuando continuamos por la carretera).
Poco después de sobrepasar Portocarreiro, en el Km 4,4 del recorrido, dejaremos el asfalto para tomar el camino de tierra que hay a la izquierda. La vegetación se torna más arbustiva y conífera. En tan so un km la variación de flora resulta espectacular, dando fe de la riqueza de la zona.
Con poco más de 300 metros ya estaremos al lado del rio, que en este punto corre presuroso en dirección Norte.
La primera construcción que nos encontramos (en la margen derecha del río) es un refugio de pescadores (tutelado por la Asociación de Pescadores de la Ulloa), que habitualmente está abierto, pudiendo resguardarnos de la lluvia o del frio y, incluso, hacer uso de él para alimentar los cuerpos de los caminantes o ciclistas (si llevamos algún tentempié).
Justo sobre el puente, de piedra y hormigón, que cruza el rio, podemos observar el Muiño de O Corgo. Se trata de una construcción de cantería, con dos plantas y cubierta a tres aguas. Desde esta privilegiada posición pueden observarse con claridad las dos buxas (piezas de desalojo del agua que ya se empleó como fuente energética del molino) con las que cuenta esta construcción.
(Hay que recordar en este punto que se trata de una propiedad privada; por lo que conviene hacer un llamamiento al sentido común en el sentido de saber conjugar el derecho de uso y disfrute de la ribera con el de máximo respeto a la privacidad.
También una indicación del autor de la ruta para reiterar el especial cuidado en el lugar si nos acompañan niños; ya que la cercanía del río y, sobre todo, de la presa del molino; pueden resultar lugares de especial atracción para ellos, con el riesgo que comportan).
Luego de las licencias tomadas por quien describe esta ruta, haremos el camino de vuelta.
Para ello volveremos sobre el camino de tierra hasta encontrar nuevamente el asfalto (Km 5,1), lugar en el que de esta vez tomaremos a la izquierda y seguiremos la carretera hasta que nos acerque a Vilapoupre (Km 6). Corremos de por medio de la aldea hasta toparnos con uno cruce de 4 caminos (km 6,4), en el que nos decidiremos por el del medio (de frente), dejando a la izquierda una finca con un hórreo de tres claros sobre cepa de mampostería y, por detrás del hórreo, queda también la Iglesia de San Martiño de Vilapoupre.
Ya no dejaremos este estrecho y asfaltado camino hasta que en el Km 8,1 volvemos a dar con la carretera de Alvidrón, muy cerca del cementerio parroquial de Antas y al lado de una pequeña área de descanso con robles centenarios y pequeñas mesas de piedra.
Continuaremos a la izquierda por la ya conocida carretera, que nos llevará al punto de partida.