Ubicado en un cruce de caminos, uno que lleva a la Ponte Merced-Antas y otro que se adentra en el interior de la aldea, el crucero de Santa María de Alvidrón tiene vara octogonal, asentada sobre peana cuadrada.
La propia vara se torna cilíndrica cuando se acerca al capitel esferoidal. El dicho capitel lleva un bien explícito ecuador, con meridianos a una y otra banda.
La Cruz, de sección rectangular, muestra por un lado un Cristo bajo INRI, con cabeza desproporcionadamente grande e inclinada para la derecha. Tiene las manos, clavadas, abiertas y el pie derecho sobre del izquierdo.
En la otra cara representa una Virgen Dolorosa en pie, cubierta por un manto y con las manos cruzadas. A la vista tiene el corazón atravesado por siete espadas.
Muy cerca del cruceiro ya se vislumbra la Iglesia, una de las piezas del románico de Antas de Ulla, datada según diversos autores con un origen en la última parte del siglo XII.
Conserva la inicial planta románica, con nave y ábside rectangulares. La puerta de la fachada se corona con una triple arquivolta de medio punto. Una columna a cada lado -a paño con el muro- soportan la mayor. Presenta en ambos muros laterales, los típicos “canecillos” con figuras geométricas (excepto uno a cada lado, que representan una figura zoomórfica y una humana).