La presente ruta se puede hacer andando (recomendable) o también en bicicleta de montaña (parcialmente).
Distancia a recorrer (Ida y vuelta): 11 Km
Recomendaciones: Llevar calzado cómodo para andar por la montaña, agua para beber y protección solar.
Cobertura telefónica: Movistar (buena). Vodafone (buena). Orange (zonas de nula cobertura).
Punto de partida: Plaza del Ayuntamiento de Antas de Ulla
Destino: Ladera oriental del monte Farelo (zona de petroglifos en el denominado “Monte de San Fiz”)

Partimos con dirección a Olveda (existe señalización) y, nada más finalizar la Plaza Nova, tomamos a la derecha por la Rúa Rodeiro. En el Km 0,5 (finalizada la citada calle) seguimos nuevamente a la derecha, tomando dirección a Vilasión-San Fiz-O Castro.
Seguiremos por la carretera, entre nuevas construcciones unifamiliares de reciente factura. De repente, cuando dejemos atrás la última de esas construcciones y llevemos poco más de 1 Km recorrido, veremos al frente el Monte Farelo coronado por los eólicos en movimiento…
Nos adentraos en Vilasión, donde nos recibirá una escolta de robles centenarios que a buen seguro refrescarán la caminata si el día es soleado y caluroso. Nos dejaremos llevar por medio de la aldea, hasta pasarla y continuaremos la pendiente hacía abajo (dejando a la derecha el indicador que nos llevaría a O Castro).
Después de la corta pero pronunciada bajada, nos adentramos en la vegetación intensa de pastos, robledales y abedules que siguen el curso de un riachuelo. Ese aire oxigenado proporcionará al visitante las fuerzas necesarias que precisará para subir hasta el pueblo de San Fiz.

Km 2,27: Estamos en San Fiz de Amarante. En el primer desvío tomaremos a la izquierda, dejando la Iglesia (que si el visitante tiene tiempo y así lo determina, puede hacer un pequeño alto para observarla por su lado Oeste, con los escudos de los Condes de Amarante adornando la entrada).
En el Km 3 un nuevo cruce, en el que giraremos nuevamente a la izquierda, en dirección a Bellos-Ermide y Santa Cristina. (Se detendrá en este cruce el visitante para observar al frente un ejemplar de hórreo de dos claros, suspendido sobre “mesas”, elemento no muy habitual en la comarca).
Sobrepasado San Fiz, en el Km 3,5, dejaremos el asfalto para tomar el Camino Real que hay a la derecha, enfilando hacia la falda de la montaña. Aquí el camino se tornará duro para el ciclista; que seguramente va poner el pie en tierra, debido a la tosquedad que las aguas de las corrientes de la montaña provocan en la pendiente de tierra y piedras.
Con 4 Km recorridos ya estamos en plena falda de la montaña. Se percibe en la vegetación de coníferas y en el aire que se respira. De seguido nos encontraremos un cruce de caminos, en el que cogeremos a la derecha, cara un depósito de agua dedicado a surtir del líquido elemento a los Servicios contra incendios.
Al lado de este depósito podemos dejar las bicicletas, para continuar los 50-60 metros restantes a la derecha, dejando el Camino Real, y siguiendo las huellas que los vecinos de la zona dejaron con la maquinaria agrícola…
De pronto, a nuestra izquierda encontraremos “La Pena” (aprox. en el Km 4,5). Este es uno de los lugares de nuestro destino (que se corresponde con la fotografía que le da título a esta Ruta).
El viaje de regreso lo vamos a hacer por el Castro de Amarante. Para eslabón volveremos sobre nuestros pasos hasta el depósito de agua, para retomar el ya citado Camino Real a la derecha. No lo abandonaremos (girando a la derecha en un pequeño cruce, a continuación del cual encontraremos un arroyo que atraviesa el camino), hasta dar nuevamente con el asfalto (Km 5,8). Ese punto es una encrucijada, en la que tomaremos a la derecha, bajando cara el Castro de Amarante. En este trecho nos acompañarán señales o balizas indicadoras de zona cicloturística.

Descansará el ciclista en la bajada hasta el Castro, aldea que encontrará el visitante en el Km 7,4 cruzando un pequeño puente sobre el afluente del Ulla, llamado “O Río Pequeño” o el “O Río do Castro”. De por medio de la aldea tomaremos siempre por el adoquinado a la izquierda, siguiendo las señales descritas anteriormente, que nos han de llevar a la carretera de Lugo-Vigo (Km 7,9).
En ese punto tomaremos la citada vía a la derecha (carretera con mucho tráfico rodado, siendo aconsejables medidas de precaución si la ruta se hace con niños). De seguido llegaremos la Vilane, que nos recibe con la última pendiente ascendente del recorrido; al final de la que ya vislumbraremos nuevamente las primeras casas de Antas.